Tras la firma de las reformas a la Ley Orgánica de Educación Superior, el presidente Guillermo Lasso manifestó que esto “les permitirá a miles de jóvenes tener la libertad de enrrumbar su vida académica de acuerdo a su vocación”. La vicerrectora académica de la Universidad Nacional de Chimborazo asegura que están abiertos para asumir el reto, pero que sería imposible sin la asignación de recursos correspondientes a cada universidad.
¿Cómo tomaron la noticia?, ¿fueron consultadas las universidades para esta decisión del gobierno?
Al igual que la mayoría de la ciudadanía de nuestro país, nosotros nos enteramos por un anuncio en los medios de comunicación. Sin embargo, días atrás, tuvimos la visita de la magíster Andrea Montalvo, quien funge ahora, como la titular de la Secretaría de la Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación. Ella nos había mencionado que estaban en este análisis en el que todavía no se tomaban grandes decisiones. Pero como digo, era un tema que ya se estaba analizando. Este anuncio lo recibimos, como lo he dicho, con varios matices. Entre ellos, una expectativa —lógicamente—, un mayor compromiso por parte de nuestra institución, porque siempre estamos dispuestos a asumir estos retos. Nosotros encontramos oportunidades en medio de situaciones de conflicto y de caos, porque así debemos ser las personas y los profesionales. Sin embargo, si hay algunos elementos que no dependen, únicamente de las capacidades propias de las personas o de las instituciones, sino que están en dependencia de otras instituciones que entregan los recursos, como el caso de la universidad pública.
¿Cuál es la realidad de la Universidad para asumir este proceso?
Nosotros no hemos realizado, ni hemos hecho el ejercicio, para cuantificar, si la Universidad con el presupuesto que tiene existen las capacidades para asumir la admisión en las condiciones actuales. Es decir, con el número de cupos que regularmente venimos ofertando. Los cuales son alrededor de 1.600 para cada periodo académico.
¿Por qué no lo han hecho, oportunamente?
No hemos hecho este ejercicio porque el anuncio es reciente. Además, que estamos conscientes que la toma de decisiones en este sentido es para ampliar el número de cupos. Ese es el objetivo final; que la mayoría de estudiantes que tienen la justa aspiración de acceder a la educación superior lo hagan y, en las condiciones que sean atractivas y de interés. Con esto se quiere decir que ellos mismos escojan sus carreras y sus familias formen parte de esta decisión. No solamente en el plan de qué seguir o qué cursar, sino dónde.
Si quieren en esta ciudad o provincia, también si desean otras características. Bueno, que tengan esta posibilidad. Dentro de este marco de libertades, también se establece ampliar posibilidades. Es decir, que la mayor parte de los estudiantes puedan acceder a un cupo en las instituciones. Nosotros, para pensar en ampliar y cubrir esta aspiración justa, significa, disponer de más recursos y nosotros no los hemos tenido.
¿Desde cuándo han sufrido estos recortes presupuestos en la Unach?
Desde 2020, inclusive. desde 2019, nos han mermado nuestro presupuesto. Sin embargo, a pesar del recorte, como Universidad hemos mantenido la oferta de cupos con el recorte. Pero, más allá de eso sería una irresponsabilidad decir que estamos preparados y que tenemos todo listo para asumir este reto, esta oportunidad, no se puede hacer realidad sin el presupuesto para ampliación de cupos. Eso es principalmente. De ahí vienen otras capacidades técnicas y profesionales, nosotros estaríamos en cierta manera, en capacidades para asumirlas, pero en las condiciones actuales.
¿La población universitaria es mayoritariamente foránea o local?
Nosotros tenemos alrededor del 60% de estudiantes de afuera de Riobamba. Entre ellos van variando de los distintos cantones de la provincia, o de sectores cercanos. Entonces, es una población mayoritaria que es fuera de la provincia.
¿Cómo llegaría la Universidad a los estudiantes en la actualidad?
Nosotros tenemos que realizar ensayos y debemos pensar en modelos que permitan, precisamente, mirar estos elementos de territorialidad, de interculturalidad, además de la meritocracia. Son elementos que están ahí, y que los podemos analizar.
Debemos pensar en un modelo que sea integrador, sistémico, inclusivo, tiene que ser un modelo que garantice el acceso a todos los estudiantes que deseen ingresar a la educación superior en el país.