Todos podemos hacer algo para que la situación del país cambie, expresó Alejandro Benavides, pastor de la Iglesia Cristiana «DiverseCity». “El único Ser de influencia alta es Dios, por ello debemos pedir por la sabiduría para ambas partes, a fin de que puedan tomar una decisión buena para el país y que la furia se calme”, manifestó. ¡Un mensaje de paz!.
La violencia engendra más violencia, es decir, si ataco a alguien voy a ser atacado y se pone de manifiesto la ley de la reacción, dijo Benavides. En este contexto,
Dios siempre llama a la paz, su Palabra dice que dentro de lo que de cada uno dependa vivamos en paz y estemos en paz con los demás.
Acciones. De modo que si los hechos de una persona van a provocar mala reacción en otra, automáticamente Dios va a estar en contra; entonces, es importante analizar lo que estamos a punto de hacer y las consecuencias que podría generar aquello.
Reflexión. «Hay 6 cosas que el Señor detesta y una que abomina su alma: los ojos arrogantes, la lengua mentirosa, las manos que matan al inocente, el corazón que trama el mal, los pies que corren a hacer lo malo, el testigo falso que respira mentiras y el que provoca pelea entre hermanos» (Proverbios 6:16-19). Y dijo que cada vez que una persona incite o provoque una pelea entre hermanos genera que Dios deteste esa acción y, en tal virtud, «es importante reflexionar sobre la relación que mantenemos con Dios y la paz que poseemos en nuestro corazón».
Definición. La paz es el vínculo perfecto en el cual todos podemos convivir y coexistir en un mismo ambiente, y Dios es el único que puede traer paz, afirmó el pastor de «DiverseCity».
A saber. La corrupción está en la Nación, es decir, en cada persona, según La Biblia. “Debemos empezar a analizar nuestras acciones”, explicó Benavides. Además, Jesús no estaría de lado de ningún partido, Él solo denunciaría el abuso y la injusticia.
Preceptos. Uno de los mandamientos de la Ley de Dios es no robar, es decir, el Señor está en contra del saqueo, y “quien esté involucrado en este hecho será condenado por Dios”.
Solución. Jesús, cuando estuvo en la Tierra, jamás incitó a la rebelión pública, por lo contrario, Él dijo que debemos respetar. “Dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”. Su única revolución fue espiritual, porque si el humano mejora sus valores entonces cambia la manera de gobernar “no sirve de nada que venga otra autoridad con igual o peor problema moral”, dijo Benavides.