“El castigo corporal aparece en los albores de la humanidad, en la diversa gama de formas de corrección”. Así lo manifiesta la Unicef, en su estudio sobre la autoridad parental llamado “Castigo Físico en la Niñez”. Donde, se asegura que esta realidad se remonta al pasado, al tiempo de los romanos, donde se otorgaba poderes parentales absolutos de vida y muerte. “Daba al padre la capacidad de disponer de la vida de sus hijos e hijas, proveniente del razonamiento de que quién da la vida tiene derecho a quitarla”. ¿Pero, esto asegura que se construyen buenos ciudadanos? ¿El miedo supone ser una herramienta legítima para que se distinga, de una manera auténtica, lo que conviene acerca del bien y el mal? ¿No es esta circunstancia la que provoca adultos sin poder expresar sus sentimientos? En cuanto a las emociones en niños.
¿Cómo está el ejercicio de la paternidad y la relación con los niños en Riobamba?
En cuanto a nuestra ciudad, he visto mucho más lo que son los extremos. Con esto me refiero a que existen padres muy permisivos, o son padres bien estrictos, muy tradicionales. Lo que le haría falta a la niñez, o a los padres de familia, también, es estar un poco en ese equilibrio: ni en un extremo, peor en otro.
¿Cómo se llega a un equilibrio en la crianza de los niños?
Estableciendo límites. Es decir, tengo reglas, tengo normas que cumplir dentro de casa, y los niños deben acatar todo esto a través de un sistema de recompensas. Por ejemplo, a un niño o niña le gusta mucho jugar fútbol, salir con sus amigos a jugar. Entonces, lo que se debería hacer es que el niño se gane eso mediante un sistema de recompensas. Si hace la tarea, después puede salir a jugar. También se podría hablar de un sistema de castigo, pero no de un castigo que incluya a la violencia, como golpes, gritos, insultos, sino, más bien, que sean sanciones que le quiten lo que al niño le gusta hacer. Es más ese establecimiento de límites de esa forma, porque no es necesario ir a la agresividad, a la violencia, ni sumándose a ese tipo de educación tradicional, donde se les pegaba a los pequeños, se les insultaba.
¿Qué consecuencias ha traído eso? ¿El miedo hace “mejores ciudadanos”?
Hay que tomar en cuenta que la infancia es una etapa importante que marca al ser humano. El miedo, por el contrario, el miedo puede repercutir en lo que son problemas psicológicos, problemas psicosociales. Entre los que podemos destacar la ansiedad, fobias o el niño puede empezar a aislarse, no podrá socializar, ni compartir con gente. Y, cuando ya sea mayor, tendrá dificultades de pareja
¿Por qué se dice “a mí me pegaron y estoy bien”?, ¿se normaliza así la violencia?
La gente tiene esa afirmación por el hecho de que “sí, yo me superé por el miedo”. Y esto es a miedo de que tu papá o tu mamá te peguen, te insulten o griten. Sin embargo, podemos ver que en la adultez, en el área educativa, en el área de estudios no tiene dificultades, pero sí puede verse en las relaciones de pareja. Y en ese sentido, estas secuelas se pueden encontrar que esa persona no puede estar con otra por mucho tiempo, tienen miedo, ansiedad, tienen depresión o la autoestima baja. No solamente se van a ver consecuencias en el área que, justamente, se fijan, como en la académica. Pero está afectando a otras áreas.
¿Podría ser este un ciclo que se repita de manera constante?
Nosotros, los seres humanos, somos transgeneracionales. Podemos llegar a esos dos extremos: Si yo tuve un papá violento, voy a ser igual con mis hijos. Por el otro, se puede pensar: “Como yo tuve un papá violento, no voy a hacer lo mismo con mis hijos”, pero soy una persona sumisa y dejo que mi pareja me maltrate, me pegue, me insulte. Lo que tenemos que tomar en cuenta, mucho, también es el aprendizaje que tenemos. Como niños, vamos aprendiendo a qué es lo normal, qué está normalizado y qué no. Entonces, el aprendizaje juega un papel muy importante en el sentido de que voy a aprender lo mismo que a mí me hicieron, pero ahí está la responsabilidad como personas adultas que somos y poder discernir si está bien criar así a mi hijo, o está mal, ¿qué consecuencias puede haber? Ahora hay que estar más informado de técnicas y estrategias que pueden ayudar a que los niños crezcan felices, crezcan con una educación diferente. Hay que enseñarles a los niños lo que es la inteligencia emocional, y esto debe ser lo más importante.
¿En la actualidad se sigue utilizando el castigo físico para criar a los niños?
Para mi parecer, ya no se está repitiendo el uso de la violencia en la crianza de los niños. Ahora las fuentes de información que tenemos, se van en contra de la ideología tradicional que legitimaban a la violencia. Existen fundaciones, campañas, que ya han hecho que se tome consciencia, en cierta parte, de lo que es la educación. Entonces, creo que esto se está mejorando. En nuestra generación, al menos, he palpado y he visto, muchas formas de pensar distintas a las anteriores. Ahora se es más liberal, y esto se acopla a la actualidad. Sin embargo, lo que se pretende es no llegar al libertinaje y tampoco ser tan permisivos con los hijos. Eso es un extremo y puede generar que los niños no tengan ninguna clase de límites.