A lo largo de la avenida Canónigo Ramos se celebró el tradicional desfile de la Alegría este sábado 23. La “Sultana” vivió así su desfile de la Alegría.
Evento. Después de dos años de omisión de las festividades abrileñas debido a la pandemia del Covid-19, ayer se vivió una verdadera fiesta, en la que el Sol brilló por todo lo alto. Así, una a una fueron presentándose las 60 delegaciones pertenecientes a unidades educativas, mercados, cooperativas de ahorro y crédito, barrios populares, institutos, clubes, grupos de baile, ballets folclórico y centros de estudio, universidades, asociaciones, fundaciones, empresas privadas, entidades públicas y delagaciones hermanas.
Trayecto. El desfile se desarrolló con normalidad, no obstante las últimas comparsas fueron sorprendidas por la lluvia. El trayecto contó con la participación de las empresas, instituciones y entidades antes mencionadas, las cuales homenajearon a Riobamba con carros alegóricos, innovadoras danzas, música en vivo, obsequios, comitivas administrativas, personal de docencia, entre otras representaciones agradables.
Positivo. La gente acudió a las calles con gran entusiasmo para admirar a las distintas expresiones de arte y cultura. Un gran número de personas optó por ver transmisiones en vivo desde la comodidad de su hogar, especialmente los riobambeños que viven en el extranjero. Este evento sirvió para despejar la mente de los asistentes, dejando un poco de lado a los problemas que aquejan a la sociedad: familias enteras y grupos de amigos lograron divertirse y disfrutar de una celebración muy amena.
Negativo. Se evidenció la venta y consumo de bebidas alcohólicas desmedida, pese a los operativos realizados por las diferentes instituciones encargadas del control de esta clase de infracciones, por lo que al terminarse el desfile se pudo “apreciar” a muchos ciudadanos en estado de embriaguez, incluso quienes participaron del desfile -“al disimulo”- “se pegaron sus copitas”…