Es una historia de sacrificio… dejó su vida en el campo por vivir con sus hijos en la ciudad.
Sembríos. Su nombre es Luis Cepeda, tiene 72 años y nos comentó que vivía en Sibambe, parroquia del cantón Alausí, donde solía trabajar en su campo agrícola, en el que sembraba habas. cebada, trigo, lentejas, maíz y todo tipo de granos, y en la actividad duró 30 años, pero actualmente algunos terrenos pertenecen a otras personas. ¡Peleándole a la vida!.
Trabajo. El motivo por el que dejó su tierra natal es porque sus hijos decidieron vivir en Riobamba, a la par que incitaron a don Luis y a su esposa a que se vayan a vivir con ellos. Cuando llegaron, la falta de trabajo lo obligó a laborar de albañil; sin embargo, hubo una temporada en su vida en la que no conseguía ningún tipo de empleo… “¡en nada!”…
Productos. Después de los seis primeros meses de la pandemia del Covid-19 empezó a trabajar en la venta de melcochas, habas y maníes; cada fundita tiene un valor de 0,50 centavos, lo que apenas le alcanza para los gastos diarios en comida.
Cuando la venta es buena suele ganar hasta quince dólares aproximadamente y cuando es mala suele ganar hasta diez dólares.
Proveedor. La mercancía para la venta la obtiene de un proveedor, que le abastece para toda la semana.
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