Los vehículos son considerados como objetos letales si no se los utiliza con responsabilidad, así lo indica José Jirón, director de la escuela de conducción Center Drive, la cual tiene 15 años de trayectoria en la formación de conductores en la provincia de Chimborazo. Vehículos son como objetos letales.
¿Cuáles son los objetivos de la escuela de conducción que usted dirige en cuanto a la formación de conductores?
Desde que se creó la escuela en el año 2007, siempre hemos tenido el enfoque de formar a conductores con una nueva cultura vial, con educación vial y el respeto hacia los demás ciudadanos. Siempre ha sido esa la temática con la cual nosotros nos direccionamos a nuestros futuros conductores. Al llegar a esto, nosotros nos hemos empeñado en capacitarlos directamente con lo que son vivencias que deben tener nuestros aspirantes a conductores. Los alumnos deben formarse acorde a la idea de conductor y también del peatón, incluso de los que manejan bicicletas. Todo eso influye en la seguridad vial. Enfocados en todos esos temas, nos hemos enfocados en la conducción defensiva, es importante la aplicación de esto en nuestra ciudad, provincia y en el país porque lamentablemente existe mucha imprudencia por parte de muchos actores viales.
¿Cuáles son los riesgos de conducir un vehículo sin la preparación necesaria?
La conducción es una responsabilidad, muchas veces un automotor se convierte en un arma, y si no tenemos toda la buena actitud para controlar esta arma, podríamos matarnos o matar a otras personas.
¿Ustedes realizan algún tipo de seguimiento de las personas que se forman en la escuela que dirige?
Nosotros contamos con un programa de seguimiento a nuestros alumnos, al personal que trabaja con nosotros tanto en el área administrativa como a los capacitadores. En teoría y práctica se realizan evaluaciones de manera constante, todo esto tiene un objetivo y es cumplir con las expectativas que tienen nuestros clientes, a quienes se les hace un seguimiento el cual se lo realiza en base a la siniestralidad que hay en la provincia y con soporte de la Agencia Nacional de Tránsito.
¿Cómo ve usted el panorama en cuanto a accidentabilidad en la urbe?
Lastimosamente esa es una realidad terrible en nuestra ciudad, no podemos alejarnos de esta realidad. Siempre ponemos en consideración a nuestros alumnos que esto de la conducción se debe hacer con una verdadera conciencia. Si nosotros no cambiamos nuestra actitud al momento que estamos en las vías es difícil minimizar la cantidad de siniestros de tránsito que se dan en las vías. Es inaudito que estando un “pare” en una intersección o un semáforo ocurran accidentes. Nos preguntamos ¿qué sucede, qué pasa? Hacia allá está atacando nuestra institución respecto a la parte psicológica del conductor que es muy importante. El conductor puede tener habilidades para manejar y eso es buenísimo, puede tener conocimiento suficiente sobre leyes de tránsito, pero lo principal es que todo eso sea aplicado en la práctica al momento en que se encuentran en las vías.
¿Cuáles serían los factores que deben considerar los conductores para evitar percances viales?
Todo depende de nosotros, si nos enfocamos en que adquirimos una gran responsabilidad al momento de subir a un vehículo, ahí vamos a minimizar los siniestros de tránsito. Si no respetamos las señales de tránsito es difícil que reduzcamos los accidentes. Como escuela de conducción hemos luchado por brindar capacitaciones, porque son necesarias en el área pública y privada.