A propósito del Día del Artesano Ecuatoriano, que se celebró el cinco de noviembre y la cercanía a cumplir 176 años de cantonización, con alegría y nostalgia vale reconocer que las técnicas artesanales cultivadas, durante casi cinco siglos, por hábiles artesanos, los que hacen que las calles de Guano se vistan con alfombras, ponchos y artículos de cuero, piedra, cabuya, carrizo y totora. Guano el origen delas técnicas artesanales.
La fama de los artesanos de este cantón supera las fronteras del Ecuador, sus alfombras, tejidas a mano, son Patrimonio Cultural del Ecuador, y la industria del cuero es un atractivo turístico de este “Pueblo Mágico”.
Otras técnicas artesanales se mantienen en Guano gracias a tejedoras de ponchos en la parroquia La Providencia, picapedreros de la comunidad San Pablo, en la parroquia San Andrés, artesanos de la cabuya y totora de la parroquia San Gerardo; bufandas, gorros y suéteres de lana de alpaca o borrego confeccionadas por las laboriosas manos de las Mujeres Autónomas de Pulinguí, parroquia San Andrés. El turismo comunitario brinda una oferta textil que enamora a propios y extraños.
En 1582 se constituye el primer obraje en Guano, siendo el origen de varias técnicas artesanales que se conservan hasta la fecha. En su máximo apogeo en el siglo XVIII, los obrajes empleaban las habilidades de más de 1.200 indígenas.
Hoy el centro de Guano está poblado de decenas de tiendas dedicadas a comercializar las artesanías.
Mundialmente reconocidas, las alfombras guaneñas, por la calidad de los diseños y de la confección, se hallan en muchos lugares importantes de diversos países. Trabajan dos personas en cada telar, bajo la supervisión de un maestro, que es casi siempre el mismo propietario.
En Guano se confecciona toda clase de calzado de buena calidad y que se expende en numerosos almacenes. Son también muy apreciados los artículos de cuero, que cuentan con una clientela de todo el país, y de la vecina Colombia, y que son trabajados en más de 100 talleres. Uno de los más conocidos es “El Alce”, a la entrada a la ciudad, en la calle José Rodríguez.
En el campo de la confección hay otros 100 talleres en los que se fabrican chompas, sacos de lana hilada a mano, calentadores, chaquetas, pantalones, sábanas bordadas, ajuares de cama, edredones y mantas.
Se ha extendido esta actividad a la confección de artículos deportivos: zapatos, carpas, implementos de montañismo.
En San Andrés aún se mantienen vivas las técnicas artesanales para esculpir la piedra, sus artesanos producen todo tipo de artículos decorativos que van desde grandes piletas hasta morteros de piedra.
Otra artesanía que tiene orígenes en la cultura Puruhá es la de la cabuya. Durante la colonia se trabajaban sogas, cabestros, jáquimas, alpargates, cinchas y mantas para el embalaje de diferentes productos. Esta pequeña industria se conservó durante la República y se mantiene hasta hoy, la que por su descendencia es notable. Una de las parroquias donde sobrevive esta actividad es la de San Gerardo