Eran las 04:19 h de la madrugada de ayer, cuando en la ciudadela Arupos del Norte sonó la alarma comunitaria. De manera inmediata, los vecinos se aprestaron a tomar palos, palas, bates o lo que sea, para salir y dar un escarmiento a los antisociales. Alarmas, una opción contra la delincuencia.
Situación. Al salir a la calle, solo encontraron a un vecino asustado, quien contó que minutos antes, tres individuos habían trepado el tapial de su casa y con una “pata de cabra” trataron de abrir su puerta de madera. Sin embargo, él los escuchó y se levantó, prendió las luces y les pidió que se fueran, además les dijo que llamaría a la Policía. Sin embargo, los pillos le respondieron que si no quería que nada le pase, abriera la puerta y les entregara dinero.
Realidad. Fue entonces cuando el vecino tomó el celular y activó la alarma comunitaria, que fue colocada en su casa hace menos de dos meses. Mediante el sonido de unas sirenas, que se emiten desde unas bocinas colocadas estratégicamente, se alerta a los residentes de un barrio que está sucediendo algo, que uno de los vecinos está solicitando ayuda.
Costo. Hay varios modelos de alarmas comunitarias, desde las más básicas hasta las más sofisticadas, que incluyen cámaras de videovigilancia. De eso depende el costo; sin embargo, en cuanto a las alarmas que son activadas por medio del celular y no por llamada telefónica, el costo de su instalación es de 20 dólares A nivel de Riobamba son varios los proveedores de este servicio.
Una de las principales ventajas de estos sistemas es que al activarlos, los habitantes pueden salir de manera inmediata a la calle y respaldarse unos a otros, no tienen que esperar que llegue la Policía, que muchas veces tarda, además, los antisociales ya saben que el barrio está organizado y presto a defender a sus integrantes. El caso es que los riobambeños cada vez más emplean este tipo de medios para protegerse contra la inseguridad que va en aumento.