Francisca Chuqui tiene 46 años de edad y es partera en la parroquia Licto desde hace 26 años. “He ayudado a que nazcan unos 27 guaguas”, comenta la mujer, quien agregó que fueron su madre y su suegra quienes le enseñaron esta labor. Ella fue parte de una capacitación que brindó el Ministerio de Salud con la ayuda de la Organización Panamericana de la Salud a parteras de Chimborazo, con el objetivo de evitar la muerte materna. Las parteras ayudan en las comunidades.
Datos. Francisca dio a luz a sus ocho hijos sola y no tuvo inconveniente alguno. Ya en su experiencia como partera, cuenta que a la mujer, cuando va a dar a luz, se le “mantea”, además de palpar el vientre de la madre, para saber en qué posición está el bebé. “Vemos si está de lado, sentado, acostado o cómo está. Si no está en la posición correcta, “manteamos”, que es sacudir a la mujer de un lado al otro con una bayeta hasta que el bebé se enderece”, indicó la mujer.
Situación. Por este trabajo las parteras no reciben un pago; sin embargo, son muy consideradas dentro de la comunidad. Rosa Tiupul, representante de la Dirección Nacional de Salud Intercultural, comentó que se está trabajando con parteros y parteras ancestrales en varios temas para fortalecer sus conocimientos y que sepan cuándo una mujer está en riesgo al momento de parir, además de entregarles un kit para que puedan llevar a cabo “partos limpios”. “Ellos son un agente clave en las comunidades para contribuir a disminuir la muerte materna y neonatales”, manifestó la funcionaria que presidió esta actividad.