¿Qué futuro queremos? A la medianoche de este jueves concluye el lapso determinado por el Consejo Nacional Electoral para realizar proselitismo político y, como siempre, volverá la calma a los hogares chimboracenses y ecuatorianos que ya no desayunarán, almorzarán ni cenarán propuestas de las diversas agrupaciones políticas que centraron sus esfuerzos en convencer y, por ende, alcanzar el favor del electorado en pos de triunfar en las elecciones, y esto es válido en democracia.
Así las cosas, los postulantes cumplieron su tarea, y ahora solo compete a los ciudadanos responsables el ejercer a conciencia el poder de elegir a quienes creen los más aptos para asumir el papel de autoridades.
Pero esto no es un simple requisito para obtener un certificado habilitante o sencillamente ser el pretexto idóneo para reencontrarse con amigos o departir momentos con familiares, ¡no!, es la ocasión propicia para ser parte del futuro de la Patria, y aunque se crea que “una golondrina no hace verano”, la suma de golondrinas sí puede sumar y generar cambios.
Como nunca antes, existe un ramillete de propuestas, de las cuales, de manera consciente y responsable, se debe decidir cuál creemos coherente y viable de realizarse, y eso es precisamente lo que nos van a dar estos días de silencio electoral para reflexionar, ejecutar y estar en paz con nuestra conciencia.
Sin duda, duros tiempos nos han tocado vivir con una pandemia que nos ha abierto los ojos y saber qué tenemos y qué no, de ahí la importancia de ser parte activa del ejercicio democrático, para saber dar a cada quien lo que se merece en las urnas, so pena de que ello nos afectará directa o indirectamente, así que a ser responsables.
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