Ventajas y desventajas en aspectos deportivos, sanitarios y económicos son las que se analizan entre directores técnicos y dirigentes de la LigaPro ante la posibilidad de implementar un nuevo formato de competencia una vez que se reanude el certamen, paralizado en marzo ante la emergencia nacional del nuevo coronavirus.
Con distancias cortas para desplazamientos, la conformación de los grupos tendría en una serie a clubes de Pichincha y Tungurahua (Aucas, El Nacional, Independiente del Valle, Liga de Quito, Macará, Mushuc Runa, Técnico Universitario y Universidad Católica), y en la segunda llave los restantes clubes del país (Barcelona, Delfín, Deportivo Cuenca, Emelec, Guayaquil City, Liga de Portoviejo, Olmedo y Orense).
Esta fórmula es del agrado de Máximo Villafañe, DT de Aucas, quien considera “viable jugar el torneo entre equipos de localidades cercanas porque sabemos que lo que menos se quiere, es exponer a los jugadores. Estamos de acuerdo con un torneo regional”, apuntó.
“Como Independiente nos puede ser favorable este sistema, con menos viajes, menos gastos, menos estropeo para el jugador, pero pensemos también en los otros equipos; por ejemplo, Olmedo y Orense, cómo van a hacer para viajar porque son desplazamientos largos y económicamente no les va a resultar muy atractivo, mientras en el otro grupo estamos cinco equipos de Pichincha y tres de Tungurahua, con solo dos horas de viaje”, indicó.
Fabián Bustos, DT de Barcelona habló de retomar la actividad en cualquier modalidad. “Lo más importante es terminar el año compitiendo, no importa qué campeonato juguemos, lo importante es que las actividades tienen que volver a funcionar porque la gente tiene que trabajar, en cualquier actividad. Hay que reactivar todo”, señaló el estratega.
Para retomar la competencia, el argentino se inclina por el torneo regional, una modalidad que “va acorde para evitar gastos porque hay equipos que están con muchas complicaciones económicas. También para evitar posibles contagios o complicaciones. Me parece bien”, señaló.