Si bien a nivel de toda la población se desea que exista una medicina milagrosa para el Covid19, hasta el momento no existe. Lamentablemente, existen personas que abusan de la desesperación de otras y emiten cierta información que puede terminar siendo perjudicial para las personas.
Realidad. Éste es el caso del dióxido de cloro, más conocido como lejía, que en los supermercados se lo encuentra en el sector de los desinfectantes. A pesar de las advertencias emitidas a nivel local e internacional, existe gente que lo consume supuestamente para combatir al Covid-19 y en lugares no autorizados se lo vende como “medicina milagrosa”.
Aspectos. Daniel Sánchez, coordinador de Control Posterior de la Agencia de Regulación y Control Sanitario (Arcsa), comentó que éstas son las razones para que a nivel nacional se realicen campañas de concientización, información, prevención e inmovilización de este tipo de productos, a más de clausuras temporales o definitivas en caso de estar expendiendo productos derivados del dióxido de claro. “Hasta el momento, la Arcsa, no ha recibido ninguna solicitud de un producto para ser inscrito como medicamento en base al dióxido de cloro, es por eso que en el Ecuador y a nivel mundial este elemento no es una fórmula mágica que sirva como medicamento para combatir el Covid-19, ni ninguna enfermedad”, comentó Sánchez, quien agregó que, lo que sí es una realidad, dentro de la red pública integral de salud, son los casos de pacientes que han tenido problemas de insuficiencia renal aguda por el consumo inadecuado de esta solución, a pesar de haber realizado campañas a nivel de todo nuestro país para evitar que la ciudadanía ingiera dióxido.
Caso. Si bien Daniel Sánchez entiende que mucha gente está desesperada ante la pandemia del virus Covid-19, también admite que hay personas que se dejan llevar por una mala información. “Estas ‘fórmulas milagrosas’, que no cuentan con un registro sanitario, no son aptas para el consumo de las personas”, alertó el funcionario.
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