25 cantones de Ecuador sin registros de asesinatos en 14 años. Entre estos datos se encuentran dos de Chimborazo Penipe y Chunchi
En Ecuador, 25 cantones de 11 provincias se destacan por no registrar muertes violentas desde enero de 2010 hasta abril de 2024.
Este dato contrasta con los 33.832 asesinatos ocurridos en el resto del país durante el mismo periodo.
El registro de estos crímenes es público y evidencia que el 89% de los cantones ecuatorianos ha experimentado violencia letal en los últimos 14 años.
Sin embargo, estos 25 cantones representan oasis de seguridad, según la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc).
Cantones sin registros de asesinatos en Ecuador
La mayoría de los cantones sin asesinatos son pequeños y con baja densidad poblacional.
Azuay lidera con seis cantones, como El Pan y Chordeleg, donde la actividad económica se centra en la agricultura y la artesanía.
En provincias fronterizas como Carchi, Loja y Zamora Chinchipe, también hay cantones seguros, pese a la cercanía con Colombia y Perú.
Ejemplos son San Pedro de Huaca, productor de lácteos, y Palanda, conocido por su café de alta calidad.
Chunchi y Penipe: ejemplo de seguridad en Chimborazo
En Chimborazo, los cantones de Chunchi y Penipe destacan por su tranquilidad. Con economías basadas en la agricultura, su población mayoritariamente indígena mantiene tradiciones que fortalecen la cohesión social.
Estos cantones, alejados de grandes centros urbanos, han evitado el auge del crimen organizado que afecta a otras zonas del país.
Su geografía montañosa y la fuerte identidad comunitaria contribuyen a su seguridad.
Un contraste con las ciudades más violentas de Ecuador
Mientras Chunchi y Penipe mantienen su paz, ciudades como Guayaquil, Quito y Esmeraldas concentran la mayor cantidad de asesinatos.
Guayaquil lidera con 8.742 muertes violentas en 14 años, lo que representa el 25,8% del total nacional.
Este contraste refleja la influencia de factores como el narcotráfico, la urbanización acelerada y la desigualdad social en la propagación de la violencia.