El gobierno de Lenín Moreno,
de Alianza PAIS, afrontará divisiones externas e internas, según el líder de
Concertación, César Montúfar. A su criterio, solo dar apertura al diálogo daría viabilidad a la nueva
administración estatal.
Montúfar resalta que desde
1979 es la primera vez que el candidato que, según los datos del Consejo
Nacional Electoral (CNE) no obtuvo la mayoría, no reconoce los resultados
electorales. “Es inédito que tengamos un gobierno, que se instalará a partir
del 24 de mayo, que nace bajo la sombra
del fraude electoral; y por lo tanto, golpeado seriamente en su
legitimidad, profundamente debilitado por todos los cuestionamientos. Yo diría
que cerca de la mitad de ecuatorianos en capacidad de votar, consideran que el resultado no es legítimo”,
explicó el excandidato a asambleísta de Ecuador.
Para el catedrático,
Moreno deberá enfrentar una situación económica extremadamente grave “que le
obligaría a tomar medidas de ajuste importante” y, por lo tanto, a no cumplir
con muchos de sus ofrecimientos de campaña. “Le tocará enfrentar una ola, que
ya se ha desarrollado en los últimos meses, de gravísimas denuncias de corrupción sobre allegados o funcionarios del gobierno
de (Rafael) Correa, que seguramente seguirán participando en el próximo
gobierno”, destacó Montúfar. A su juicio, esas dos condiciones más “la
situación política de conflictividad y de ilegitimidad” solo podrían tener
salida si se apela a un espacio de
diálogo, de concertación nacional, que le permita al gobierno un margen de
gobernabilidad. “Sin embargo, me parece que es muy difícil que suceda”.
Montúfar argumenta su
afirmación en el sentido que el gobierno de Lenín Moreno no sería solamente
débil hacia afuera o hacia la oposición. “Es débil hacia adentro, hacia el
mismo Correísmo, hacia el interior del movimiento político dominante, en el
cual la presencia, la influencia y el
poder de Correa va a seguir teniendo un gran margen de acción y de presión”,
señaló. Además, se cuestiona por qué el CNE no dio paso al recuento total de
los votos, que ha pedido Guillermo Lasso. “Ante eso se podrían dar dos posibles
interpretaciones. La una, que Guillermo Lasso ganó las elecciones; o la otra,
que habiendo triunfado Lenín Moreno, desde adentro del propio Correísmo se está debilitando su posibilidad de
gobernabilidad. El más interesado en que no exista ninguna duda sobre la
legitimidad de su triunfo es el propio Lenín Moreno”, indicó el político
ecuatoriano.
Según Montúfar, la participación ciudadana
estaría marcada por factores como: que los espacios institucionales están
cerrados y que en la Asamblea, por un método de asignación de escaños, se sobre
representa a la primera minoría. En estas condiciones se darían dos
posibilidades: que el gobierno abra un
espacio alternativo de diálogo y participación o que la gente se vuelque a las
calles. “Lo más conveniente para un país en crisis económica, un país
divido y polarizado, movilizado e indignado por las denuncias de corrupción,
sería que el gobierno genere esos espacios de diálogo y concertación”, dijo.